Realmente pintar sobre la habana cada día en los últimos diez años de mi vida ha llegado a ser
algo adictivo, como ciudad es cambiante todo el tiempo, un constante fluir de vida que no se
deja morir.
Se inventa para mantenerse en pie y sobrevivir a todas sus penurias y dolores, nunca pierde su
belleza y magia, los colores y atmosfera cambian a diario, todo lo que esta dentro de ella
cambia.
La descubrí por accidente, aun no sabía todo lo que me empezaría a brindar a mi como pintor,
me fue fascinado poco a poco y hoy considero que mis lienzos son una forma de mantenerla
con orgullo y esperanza de que pueda sobrevivir a tanta injusticia, la habana sufre como quien
la vive y a la respira, están desapareciendo sus edificios y su historia, hasta los nombres de
sus calles, está llena de héroes anónimos que luchan y sobreviven juntos, espero verla libre y
que recupere su belleza y su esplendor, que siga cambiante para bien y que yo aún tenga
fuerzas para seguir pintándola.
Manuel perez.